La electrificación del transporte ferroviario ha sido un pilar fundamental para el desarrollo del transporte público. Desde los primeros tranvías eléctricos hasta los trenes de alta velocidad, la evolución de los medios de transporte eléctricos ha permitido una mayor eficiencia, sostenibilidad y conectividad entre las ciudades. Descubre en este artículo cómo ha avanzado el transporte eléctrico y el impacto que ha tenido en la movilidad urbana.
Los primeros tranvías eléctricos: un hito en la historia del transporte ferroviario
El ingeniero alemán Ernst Werner von Siemens inventó el tranvía eléctrico en 1879. Presentó su prototipo que conducía la electricidad por los raíles en la Exposición Industrial Mundial de Berlín de este año, una propuesta que suponía una revolución para la movilidad urbana, ya que antes los tranvías funcionaban principalmente con tracción animal. Como consecuencia, Berlín fue la primera ciudad en incorporar un tranvía eléctrico a su red de transporte público y cuenta actualmente con una de las mejores redes de tranvía del mundo.
Esta tecnología no llegó a España hasta 1896, cuando se puso en marcha el tranvía eléctrico en Bilbao. Le siguió San Sebastián, en 1898 llegó a Madrid y luego se fueron sumando otras ciudades como Barcelona o Valencia. La invención del tranvía eléctrico marcó un antes y un después en la movilidad de las ciudades, convirtiéndose en una alternativa más eficiente en todos los sentidos al permitir transportar a más gente mucho más rápido.
Además, aunque los tranvías fueron perdiendo con el tiempo protagonismo frente a otros métodos de transporte público, como el autobús o el metro, en las últimas décadas han vuelto a resurgir en las ciudades ante la creciente concienciación sobre el cuidado del medioambiente al ser una alternativa mucho más sostenible.
Evolución del transporte ferroviario: de los trenes convencionales a los trenes de alta velocidad
A medida que las tecnologías eléctricas mejoraban también lo hacía el transporte ferroviario, pero no fue hasta 1964 cuando se puso en marcha el primer tren de alta velocidad con la inauguración de la línea Tokaido Shinkansen en Japón. En España, se comenzó a experimentar con el desarrollo de trenes de alta velocidad a mediados de los años 70 y fue en 1992 cuando se puso en marcha el primer AVE, en el que más de 200 pasajeros viajaron de Madrid a Sevilla a 300 km/h.
El desarrollo de los trenes de alta velocidad fue otro hito significativo en la electrificación del transporte y, de hecho, revolucionó tanto cómo entendemos el viajar en tren que hoy en día se ha convertido en el método de transporte del futuro, no solo gracias a su eficiencia sino también a su sostenibilidad y seguridad.
Beneficios de la electrificación del transporte ferroviario
Aunque en 1879 Ernst Werner con Siemens posiblemente solo pensaba en desarrollar un método de transporte más rápido y eficiente, la electrificación del transporte ferroviario se ha convertido en un elemento clave de la lucha contra el cambio climático.
La electrificación de las rutas requiere de una inversión significativa, pero es igualmente cierto que la incorporación de fuentes de energía renovable y la eliminación del combustible e acaba generando ahorros considerables a largo plazo. En este sentido, la electrificación del transporte ferroviario ha supuesto múltiples beneficios como:
- Reducción de emisiones.
- Mayor eficiencia energética.
- Mejora en la calidad del aire.
- Reducción de la dependencia del petróleo.