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Actividades educativas y visita a instalaciones
El concepto de Smart Buildings es aplicable para todas las tipologías de edificios, tanto para su rehabilitación como para la nueva construcción. Oficinas, hospitales, hoteles, bancos, museos, casas, etc. Todos, son susceptibles de convertirse en edificios inteligentes. Para ello deben reunir las siguientes características:
Según su tipología, los objetivos de un Smart Building son los siguientes:
Objetivos arquitectónicos.
Objetivos tecnológicos.
Objetivos ambientales.
Objetivos económicos.
En un edificio inteligente también cabe pensar en los materiales con los cuales está construido. Éstos deben de ser materiales que respeten el medio ambiente y reciclables, como por ejemplo el aluminio, que es un material reciclable.
Existen los llamados edificios verdes, los cuales no solo incluyen los sistemas automatizados integrados, sino que también están diseñados para reducir el impacto negativo en la salud humana y en el entorno donde están construidos.
La construcción verde crea estructuras y utiliza procesos que son medioambientalmente responsables y eficientes en el uso de recursos a través del ciclo de vida de las edificaciones. El ahorro en los costes de mantenimiento y gestión del inmueble debe justificar el coste de la inversión inicial.
Las posibles características que hacen que un edificio sea inteligente y además respetuoso con el medio ambiente son la instalación de:
El control y gestión de las instalaciones y sistemas del edificio inteligente se llevan a cabo a través de la inmótica o automatización de edificios.
La inmótica ofrece la posibilidad de monitorización del funcionamiento general del edificio. Del mismo modo, permite un mayor control de accesos y el seguimiento continuo de quien haya ingresado al edificio, con el objetivo de reducir el consumo de energía, aumentar el confort y la seguridad de los mismos.
La centralización de los datos del edificio o complejo posibilita supervisar y controlar confortablemente los estados de funcionamiento o alarmas de los sistemas que componen la instalación, así como los principales parámetros de medida.
La inmótica integra la domótica interna dentro de una estructura en red.
Se entiende por domótica interna al conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, cableadas o inalámbricas. Para ello se aplican distintos sistemas informáticos y de comunicación.
Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los usuarios, como ya lo hicieron los mandos a distancia o las puertas automáticas.
Para que una casa sea consideraba domótica debe integrar distintos elementos:
Con los avances tecnológicos conseguidos en los últimos años, las posibilidades de automatización y control de los procesos ha crecido.
Una casa inteligente permite una serie de ventajas tanto por la seguridad como por el confort que proporcionan, entre ellas:
¡Aprende jugando! Tienes a tu disposición este juego interactivo sobre los sistemas de iluminación.