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Actividades educativas y visita a instalaciones
Los humanos poseemos una capacidad extraordinaria para adaptarnos a nuestro entorno. En ello juega un papel fundamental la luz, ya que la mayor parte de la información que recibimos a través de los sentidos la obtenemos a través de la vista. Por ello con el tiempo hemos desarrollado sistemas de iluminación que nos ayudasen a hacer nuestro día a día más fácil.
La luz es el fenómeno electromagnético por el que podemos percibir radiaciones que son sensibles al ojo humano. La radiación electromagnética de la luz es de longitud de onda entre 380 y 750 nm.
En la actualidad existen numerosas formas de crear luz, pero son dos los más utilizados:
Cuando hablamos de sistemas de iluminación, nos referimos a los sistemas que se utilizan para dar luz.
Una lámpara o bombilla es un convertidor de energía, cuya función principal es transformar la energía eléctrica en luz. Actualmente en el mercado existe una gran variedad de lámparas con diferentes características.
Los parámetros que definen las características de una lámpara son los siguientes:
¡Aprende jugando! Puedes saber más sobre las características de las lámparas eléctricas y los diferentes tipos que existen accediendo a este juego interactivo.
Las lámparas eléctricas han evolucionado a lo largo de los años debido, sobre todo, al progreso tecnológico. Fue la generación y distribución de electricidad a gran escala la que determinó el crecimiento del mercado para estos productos. Después de la segunda Guerra Mundial la lámpara fluorescente se convirtió en la fuente de luz dominante y años más tarde, en la década de los 70, se perfeccionó su diseño para reducir el consumo eléctrico sin perder la calidad de luz que producían.
Las lámparas incandescentes están formadas por un hilo de tungsteno (Wolframio) que se calienta por efecto Joule consiguiendo temperaturas tan elevadas que empiezan a emitir luz visible.
Para evitar que el filamento se queme (al entrar en contacto con el aire, que lo oxidaría) se envuelve en una botella de cristal que se llena con un gas para evitar la evaporación del filamento, lo que dejaría el globo negro.
En general, el rendimiento de este tipo de lámpara es bajo porque la mayor parte de la energía consumida se convierte en calor.
Existen distintos tipos de lámparas incandescentes:
Lámparas no halógenas. Son aquellas en las que se ha realizado el vacío en la botella o las que contienen un gas. Estas lámparas tienen las siguientes características:
En la actualidad, las lámparas de vacío apenas se utilizan. Entre algunos de sus inconvenientes está que, con el paso del tiempo, se puede producir el ennegrecimiento de la botella a causa de la evaporación de las partículas del tungsteno que forman el filamento.
Lámparas halógenas. Contienen una pequeña cantidad de gas (CH 2Br 2), que crea un ciclo de regeneración del halógeno que evita el ennegrecimiento. Sus principales características son:
Las lámparas de descarga son una forma alternativa de producir luz de un modo más eficiente y económico que las lámparas incandescentes.
En este caso la luz se consigue estableciendo una corriente eléctrica entre dos electrodos situados en un tubo lleno de gas, existiendo entre los electrodos una diferencia de potencial que provoca las descargas eléctricas necesarias para conseguir luz.
Para que estas lámparas funcionen correctamente es necesario, en la mayoría de los casos, la presencia de unos elementes exteriores llamados cebadores. Son dispositivos que suministran un poco de tensión entre los electrodos del tubo. Esta tensión es necesaria para iniciar la descarga y vencer así la resistencia inicial del gas a la corriente eléctrica.
Este tipo de lámparas cuentan también con otros dispositivos que sirven para limitar la corriente que atraviesa la lámpara. De este modo se evita un exceso de electrones circulando por el gas, lo que aumentaría la intensidad eléctrica hasta producir la destrucción de la lámpara.
Existen distintos tipos de lámparas de descarga:
Las lámparas de descarga se pueden clasificar según el gas utilizando o la presión del gas. Las propiedades varían mucho de unas a otras, por eso, cada una de ellas tiene una aplicación concreta.
Lámparas de vapor de mercurio a baja presión
No tiene botella exterior y están formadas por un tubo cilíndrico cerrado en cada uno de sus extremos donde se sitúan los electrodos.
El tubo de descarga está lleno de vapor de mercurio a baja presión y una pequeña cantidad de gas que sirve para facilitar el encendido y controlar la descarga de los electrodos.
La duración de estas lámparas se sitúa entre 5.000 y 10.000 horas. El rendimiento en color de estas lámparas es aproximadamente del 70%.
Llevan incorporados los elementos auxiliares para facilitar el encendido y para limitar la corriente.
Son lámparas pequeñas, pensadas para sustituir las lámparas incandescentes con un ahorro energético que puede llegar al 70% y con muy buenas prestaciones (entre los 70 lm/W y un IRC que puede llegar al 90%).
Lámparas de vapor de mercurio a alta presión
Cuando se aumenta la presión de mercurio en el interior del tubo de descarga, la radiación ultravioleta característica de las lámparas de baja presión pierde importancia respecto las emisiones en la zona visible. Con estas condiciones la luz emitida es de color azul-verde.
Para solucionar este problema se acostumbran a añadir sustancias fluorescentes para mejorar las características cromáticas de la lámpara. La vida útil de este tipo de lámparas es de unas 8.000 horas.
Son una mezcla de una lámpara de mercurio a alta presión con una lámpara incandescente y, habitualmente, tienen un recubrimiento fosforescente.
El resultado de esta mezcla es que ofrece una buena reproducción del color. Su duración viene limitada por el tiempo de vida del filamento, que es la causa principal de fallos en este tipo de lámparas. En general, su vida media se sitúa alrededor de las 6.000 horas.
Si a los tubos de descarga añadimos yoduros metálicos, se consigue una mejor capacidad de reproducir los colores de las lámparas de vapor de mercurio.
La vida media de estas lámparas está cerca de las 10.000 horas. Necesitan 10 minutos para encenderse, que es el tiempo necesario para que estabilice la descarga. Por su funcionamiento es necesario un dispositivo especial de encendido, ya que las tensiones que necesitan al inicio son muy elevadas. Sus buenas características cromáticas las hacen adecuadas para la iluminación de las instalaciones deportivas, para retransmisiones de TV, estudios de cine, etc.
Lámparas de vapor de sodio
La descarga eléctrica en un tubo con vapor de sodio a baja presión produce una radiación monocromática característica.
El tubo de descarga tiene forma de U para reducir las pérdidas de calor y el tamaño de la lámpara. Los tubos se fabrican con materiales muy resistentes porque el sodio es muy corrosivo y se cierra en una botella en la que se ha realizado el vacío para aumentar el aislamiento térmico.
Estas lámparas ofrecen comodidad visual y una buena percepción de los contrastes. Sin embargo, el hecho de que sean monocromáticas hace que la reproducción de los colores sea mala.
La vida media de estas lámparas es muy larga, sobre 15.000 horas, y su vida útil es de entre 6.000 y 8.000 horas. Se acostumbra a utilizar para el alumbrado público, pero también con finalidades decorativas.
Proporcionan una luz blanca dorada, mucho más agradable que la de las lámparas de baja presión, y tienen mejor capacidad para reproducir los colores.
La vida media de estas lámparas es de 20.000 horas y su vida útil está entre 8.000 y 12.000 horas.
Sus condiciones de funcionamiento son muy exigentes, ya que necesitan otras temperaturas.
En su interior hay una mezcla de sodio y vapor de mercurio, para amortiguar la descarga que sirve para facilitar el encendido de la lámpara y reducir las pérdidas térmicas. El tubo está dentro de una botella donde se ha hecho el vacío.
Este tipo de lámparas tiene muchas aplicaciones, tanto en iluminación de interiores como de exteriores. Se acostumbra a utilizar en la iluminación de naves industriales, en el alumbrado público o en la iluminación decorativa.
Luz LED blanca
Las lámparas de luz LED blanca representan uno de los progresos más novedosos en el ámbito de la iluminación. La tendencia actual es que sustituyan a las bombillas incandescentes como uso predominante en el entorno doméstico.
Se trata de un dispositivo semiconductor que emite luz cuando se polariza y es atravesado por la corriente eléctrica.
El uso de lámparas basadas en la tecnología LED se está incrementando de una forma notable debido a que tienen una vida útil más prolongada que cualquier otro tipo de lámpara, una menor fragilidad y un mayor aprovechamiento de la energía.
Características principales de este sistema de iluminación:
Su precio cada vez es más asequible debido a su rápida evolución en el mercado. Esto ha sido gracias a que los fabricantes cada vez más se decantan por la creación de productos basados en la tecnología LED para iluminación de interiores y exteriores, como calles o zonas de estacionamiento.
¡Aprende jugando! Tienes a tu disposición este juego interactivo para demostrar lo aprendido sobre las etiquetas energéticas.