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Actividades educativas y visitas a instalaciones
Dentro del sistema de suministro eléctrico se diferencian tres actividades principales: la generación de la energía necesaria para satisfacer el consumo; el transporte, que transfiere la energía hasta las subestaciones; y la distribución, que hace posible que la energía llegue a los clientes finales. La red de distribución está formada por el conjunto de cables subterráneos y los centros de transformación que permiten hacer llegar la energía hasta el cliente final. Se trata de la parte del sistema de suministro eléctrico responsable de las compañías distribuidoras de electricidad hasta los consumidores finales.
La energía que llega a las subestaciones eléctricas es distribuida a través de líneas de media tensión hacia los centros de transformación.
Las líneas de media tensión (MT) soportan energía de entre 15 kV y 30 kV. Según la forma en la que estén ubicadas pueden ser aéreas o subterráneas.
Los centros de transformación (CT) están ubicados en los núcleos de consumo. Su finalidad es transformar la tensión de la energía que llega en media tensión a otros valores de media tensión o baja tensión, de manera que pueda ser suministrada a los consumidores: hogares, industrias, etc.
Existen varios criterios para clasificar los centros de transformación, pero uno de los principales es según su finalidad y su emplazamiento dentro de la red eléctrica.
Además, según su ubicación física, los centros de transformación pueden encontrarse a nivel de suelo en la superficie, subterráneos, en el interior de edificios o apoyados en la propia torre de distribución.
Principales elementos de un centro de transformación
Un CT sencillo está compuesto por celdas de línea, celdas de protección, transformador y cuadro de baja tensión. Los centros de transformación también pueden ser dobles, en cuyo caso contarán con dos transformadores y dos cuadros de baja tensión.